Los ETF o fondos cotizados se han convertido en uno de los productos financieros más populares para los inversores y es que sus beneficios están fuera de toda duda: versatilidad, variedad, bajos costes… Pero ¿sabes qué es un ETF en bolsa y cómo funciona? Te lo cuento todo en esta guía, donde también te muestro sus principales ventajas y características o los tipos de ETF que existen, entre otros.
¿Qué es una ETF en bolsa?
Un ETF es un instrumento de inversión híbrido que se sitúa entre los fondos convencionales y las acciones. Así, está compuesto por un conjunto de valores cotizados y activos financieros tal y como ocurre con los fondos, pero su operativa es idéntica a las acciones: cotizan en bolsa y su gestión es pasiva porque replican a un índice de referencia (Ibex 35, S&P 500, Eurostoxx 50…).
Y, ¿qué significa ETF? Es un acrónimo de Exchange Trade Fund y en castellano se traduce como fondo cotizado.
Funcionamiento de los ETF
Ya sabes qué es un ETF, pero ¿cuál es su funcionamiento? Los fondos cotizados son fondos de inversión que se negocian en bolsa. Por ello, para contratarlos es necesario lanzar una orden de compra mediante un bróker al igual que si quisieses hacerte con acciones de empresas como Repsol o Telefónica.
Además, como ya te adelanté, son productos de gestión pasiva. Así, replican el índice de referencia de un mercado financiero, por lo que los activos que forman parte de la cartera son los mismos que los que componen el índice.
Por otro lado, los ETF pueden comprarse y venderse en cualquier momento de la sesión bursátil. No hay que esperar al cierre del día para conocer su valor liquidativo como ocurre con el resto de fondos, sino que se calcula en tiempo real, en función de las órdenes existentes.
¿Cuáles son las características de los fondos cotizados o ETF?
Los fondos cotizados tienen diversas características relacionadas con su operativa y, entre todas ellas, se encuentran las siguientes:
- Accesibilidad. Los ETF no solo son muy diversos, pudiendo encontrar opciones para todos los gustos e intereses financieros, también dan acceso a un sinfín de industrias y mercados a nivel global.
- Transparencia. Los fondos cotizados, al replicar en un índice, permiten conocer la composición exacta de la cartera. Además, los inversores tienen la posibilidad de descubrir infinidad de datos que comparten las bolsas de valores, desde el volumen de patrimonio o de negociación, hasta los costes de compraventa, entre otros.
- Flexibilidad. Los ETF tienen una operativa idéntica a las acciones. Por ello, las compras se pueden realizar en cualquier momento siempre que la bolsa esté abierta. Por supuesto, la transacción se efectuará en tiempo real en función de la cotización en ese momento. En ningún caso será necesario esperar a finalizar la sesión.
- Eficiencia en costes. Por lo general, las comisiones de gestión de los ETF son más bajas que las de los fondos convencionales. Esto mejora las probabilidades de conseguir rentabilidades más altas. Ahora bien, también se deben sumar las comisiones de compraventa, un aspecto especialmente relevante en el caso de los inversores más activos en este tipo de operaciones.
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Ventajas de los ETF
Los fondos cotizados son una excelente alternativa de inversión y su auge ha sido notable en los últimos años. Así, se trata de instrumentos financieros flexibles, accesibles y versátiles. Sin embargo, tienen muchas más cualidades que merece la pena conocer. Aquí te muestro sus principales beneficios.
Diversificación
Los ETF permiten ampliar la cartera de inversiones. De hecho, ofrecen una diversificación mayor frente a la compra de acciones individuales porque en un mismo lote se encuentran todo tipo de activos: bonos, materias primas, acciones… Esto hace que el portfolio aumente, el riesgo se reduzca y el potencial de rendimiento se multiplique.
En referencia a esto, el III Estudio sobre el uso de los ETF por parte de los inversores institucionales en España¹, desarrollado por Funds People, afirma que cada vez tienen un peso más importante en las carteras de inversiones. Así, el 67% de los participantes confirman que llevan más de 3 años utilizando ETF.
Liquidez
Según datos del Estudio Global TrackInsight sobre ETF de 20212, elaborado por TrackInsight en colaboración con J.P. Morgan, se ha incrementado la proporción de encuestados (inversores profesionales) que encuentran en la liquidez uno de los mayores atractivos de los fondos cotizados.
No es para menos, ya que funcionan igual que las acciones, pudiendo realizar las transacciones de compra y venta en cualquier momento. Esto facilita las operaciones y permite convertir una inversión en efectivo de una forma rápida, precisa y sin pérdida de valor.
Costes reducidos
En líneas generales, los cargos administrativos son más bajos en comparación con otro tipo de fondos. ¿El resultado? Ofrecen la posibilidad de generar unos rendimientos superiores.
¿Cuáles son los riesgos de los fondos cotizados?
Todas las inversiones tienen riesgos y los fondos cotizados no son una excepción. Saber qué es un ETF implica comprender su definición, su funcionamiento, sus características o sus ventajas, pero también sus riesgos, un aspecto fundamental para tomar las mejores decisiones posibles.
Estas son las amenazas a las que te puedes enfrentar:
- Riesgo económico. En las operaciones de fondos cotizados tienes la posibilidad de obtener grandes rentabilidades, pero también existe la opción de que pierdas lo invertido o más, si utilizas el apalancamiento. Por ello, es importante que solo arriesgues el dinero que estés dispuesto a perder.
- Riesgo de divisa. Tienes que saber que el valor de los ETF internacionales se establecen en la moneda local. Esto hace que las oscilaciones en los tipos de cambio afecten de manera directa a tus inversiones y su rentabilidad. Sin duda, un factor que siempre deberás tener en cuenta antes de llevar a cabo tus operaciones.
- Riesgo fiscal. Otra de las amenazas que no puedes perder de vista. Es fundamental que sepas cuáles son los impuestos a los que tendrás que hacer frente, ya que pueden penalizar los rendimientos de tus inversiones.
Riesgo de liquidez
Se trata de una amenaza que merece una mención especial. Ten en cuenta que si la liquidez es baja, puede ocasionar costes más elevados en las operaciones, ya que las negociaciones de compraventa serán más complicadas. En este sentido, es conveniente que analices la liquidez del ETF a través de diversos métodos:
- Márgenes de compraventa promedio. Cuanto menor sea el margen (diferencia entre el precio de compra y venta) más alta será la liquidez del fondo cotizado.
- Volumen promedio de las operaciones. Como norma general, los volúmenes elevados indican que el ETF tiene buena liquidez.
- Proximidad del ETF al NAV. Cuanto mayor sea su proximidad al valor activo neto, mayor será su liquidez.
¿Qué tipos de ETF existen?
Para tener una idea general de qué es un ETF en bolsa, también debes conocer cómo se pueden clasificar. Lo cierto es que hay múltiples tipologías en función de las variables que se utilicen para agruparlos y, a continuación, tienes las más populares.
Tipos de ETF según la forma en la que se construyen
- ETF de réplica física. El gestor compra directamente todas las acciones que componen el índice y bajo la misma proporción. ¿El objetivo? Que la evolución del ETF sea parecido al de su índice. Debido a su funcionamiento, ofrece unos rendimientos muy similares, con la salvedad de las comisiones cobradas, que se sustraen de la rentabilidad total.
- ETF de réplica por muestreo. No se adquieren todas las acciones que forman parte del índice, solo las más representativas. Así, las operaciones de compraventa son menores, lo que a su vez se suele traducir en una reducción de las comisiones. Este formato no es excesivamente popular porque el ETF solo representa el índice bursátil de manera aproximada, aumentando los márgenes de error.
- ETF de réplica sintética. En este caso, no se compran acciones de ningún tipo, ni todas ni las más representativas. En su lugar, se usan diversos instrumentos derivados para imitar el comportamiento del índice. Se trata de un formato más económico que el de la réplica física, aunque puede ocasionar ligeras desviaciones. Aun así, no suelen ser demasiado graves.
Tipos de ETF en función de cómo replican al índice de referencia
- ETF tradicionales o directos. Son los más habituales y se comportan de manera idéntica al mercado. Por ejemplo, cuando su índice de referencia sube, el ETF también lo hará y viceversa.
- ETF inversos. En este caso funcionan de manera contraria al índice bursátil. Así, el ETF sube cuando baja el índice y caen en el momento en el que el índice aumenta.
Además, nos podemos encontrar con ETF ultrainversos, conocidos también como inversos apalancados. ¿Qué son? Fondos cotizados que duplican o triplican la evolución opuesta al del índice de referencia.
Tipos de ETF según la distribución de sus dividendos
- ETF de acumulación. En estos fondos cotizados no se distribuyen los dividendos entre los participantes, sino que se reinvierten para incrementar la rentabilidad.
- ETF de distribución. Tal y como desvela su nombre, en estos tipos de ETF sí que se reparten los dividendos a todos los partícipes.
Conviene destacar que los más utilizados son los de acumulación ya que el rendimiento final suele ser más elevado. Además, hay que tener en cuenta que la elección entre uno y otro tiene consecuencias fiscales: mientras que en los primeros no hay cargas fiscales, en los segundos sí. En este sentido, si recibes los dividendos tendrás que tributarlos en el IRPF como rendimientos de capital mobiliario.
Tipos de ETF en base a su riesgo
- ETF apalancados. Son aquellos que permiten utilizar el apalancamiento financiero para lograr mayores rentabilidades. Por ejemplo, si tienes un ETF apalancado en un índice que sube un 1%, su valor aumentará al 3%. Evidentemente, puede ocurrir a la inversa, en cuyo caso perderías el 3%. Este tipo de fondos cotizados suelen ser sintéticos.
- ETF normales. En ellos no existe el apalancamiento y, de manera general, se corresponden con los ETF físicos.
Tipos de ETF en función de su categoría de inversión
- ETF de renta fija. Suelen replicar índices específicos de renta fija, que pueden abarcar desde deuda soberana de un país hasta una combinación de bonos emitidos por empresas privadas.
- ETF de renta variable. Son aquellos que replican un índice bursátil de renta variable determinado a nivel mundial. ¿Ejemplos? Ibex 35, Nasdaq, S&P 500, Nikkei… Como es de esperar, son los ETF más conocidos.
- ETF sobre sectores. Se trata de fondos cotizados que replican diversos grupos o sectores a nivel empresarial. Para ello, es habitual que se lleve a cabo mediante índices desarrollados especialmente para mostrar lo que sucede en un determinado sector. ¿Un ejemplo? El Nasdaq de EE. UU, que aúna a las compañías tecnológicas más relevantes del país.
- ETF de materias primas. Se les conoce como ETC (Exchange Traded Commodities) y se han convertido en uno de los vehículos financieros más utilizados para invertir en materias primas. Así, estos fondos cotizados replican la evolución de un conjunto de commodities. Y, ¿cuáles son los más demandados? Evidentemente, los ETC sobre oro, aunque es posible obtenerlos sobre cualquier tipo de materias primas: plata, petróleo, cereales…
- ETF según el área geográfica. Existen fondos cotizados que pueden reflejar la evolución económica de una zona geográfica concreta, un país o conjunto de países con características similares o incluso un continente entero. ¿Cómo? Por lo general, mediante una cesta de activos que incorporan los valores bursátiles más representativos del área que se desea replicar. En este sentido, existen, por ejemplo, ETF de Europa, de países emergentes o sobre el mundo.
¿Qué es un ETF?: Conclusiones finales
En la actualidad, los ETF son uno de los instrumentos financieros más populares entre todo tipo de inversores gracias a sus múltiples cualidades. Además, destacan por su amplia oferta, pudiendo encontrar opciones para todos los gustos. Eso sí, también tienen sus riesgos y conocerlos te ayudará a elaborar mejores estrategias y a tomar las decisiones más acertadas.
Espero que este post sobre qué es un ETF te haya resultado de utilidad. ¿Quieres continuar con tu formación? Recuerda que puedes seguir aprendiendo sobre inversiones y finanzas en los posts que comparto contigo a través del blog.
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