Como emprendedor o empresario de una pyme, ¿te cuesta tomar decisiones financieras? ¿Sientes que, aun teniendo un buen volumen de negocio, tu compañía no prospera? ¿Consideras que tus inversiones no son lo suficientemente rentables? En ese caso, es posible que sufras el dilema del pastelero.
Sigue leyendo, porque te cuento en qué consiste y qué acciones puedes poner en marcha para solucionarlo.
El dilema del pastelero, ¿qué es?
El dilema del pastelero es una metáfora que suelo utilizar para explicar la importancia que tiene la toma de decisiones estratégicas tanto a nivel empresarial, para obtener un rendimiento superior, como personal en el ámbito de la educación financiera.
- El dilema del pastelero en el contexto empresarial. Se refiere a la relevancia de elegir una buena estrategia que nos haga competitivos dentro de nuestro mercado. Como empresarios hemos de hallar un equilibrio justo entre optar por una diferenciación que nos haga destacar, y mantener la competitividad sin perder de vista nuestros márgenes de beneficio y la rentabilidad global del mercado.
- El dilema del pastelero en el contexto de la formación empresarial y financiera. Se presenta a modo de disyuntiva que, a nivel personal, debemos tomar entre recibir una formación financiera apropiada o ignorarla arriesgándonos a sufrir las consecuencias futuras.
Aunque pueda parecer lo contrario, se trata de un problema bastante común. De hecho, en España afecta a 3 de cada 5 empresarios al frente de una pyme, tal y como revela la encuesta elaborada por Alfio Bardolla Training Group¹. Por ello, aunque tengan trabajo, no consiguen avanzar. En este sentido, resulta fundamental conocer el dilema y hacerle frente si se desea alcanzar el éxito personal y profesional.
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El dilema del pastelero, ejemplos prácticos
Ya sabes la teoría sobre el dilema del pastelero, pero para que puedas entenderlo y asimilarlo de forma satisfactoria, te propongo los siguientes ejemplos prácticos e hipotéticos.
Educación económica vs. inestabilidad financiera
Juan y María son dos amigos y compañeros de trabajo que tienen salarios similares y, aunque ambos desean mejorar sus habilidades económicas con el fin de alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo, toman decisiones opuestas: Juan opta por formarse (talleres, cursos, libros sobre inversiones, ahorro…) y María desecha la idea.
Al ampliar sus conocimientos y aptitudes financieras, Juan aprende a gestionar su capital, pero también a elaborar inteligentes estrategias para un mejor manejo monetario. Esto, a su vez, le ayuda a afrontar adecuadamente cualquier situación económica adversa sin tener que hacer sacrificios para lograr sus ansiadas metas. Por tanto, podemos decir que evita el dilema del pastelero.
María decide no formarse y continúa administrando mal su dinero: gastos impulsivos, incapacidad de ahorro, estrategias de inversión inexistentes… algo que le impide lograr sus objetivos y le ocasiona estrés. Así, ella se enfrenta al dilema del pastelero porque no está preparada para controlar su capital correctamente. De hecho, a pesar de ganar lo mismo que Juan, podría encontrarse en situaciones donde tenga que escoger entre reducir drásticamente sus gastos o afrontar graves problemas económicos.
En este caso, la educación financiera es clave a la hora de mantener una buena salud económica, esquivando de esta manera el dilema del pastelero.
Decisiones impulsivas vs. estrategias a largo plazo
Pongamos que dos empresas ofrecen cursos online en finanzas personales con contenidos muy similares y orientados a la misma audiencia. Imaginemos también que el negocio X rebaja al 50% los precios durante un mes, logrando un aumento significativo de clientes y ganancias. Tal es su éxito que, para no perder competitividad, el negocio Y opta por copiar su táctica.
Las dos empresas han apostado por atraer al mismo público objetivo con cuotas más bajos, una práctica que genera ingresos a corto plazo, pero que es insostenible si se mantiene en el tiempo. ¿Por qué? Una disminución de precios significa que ambas compañías obtienen menos ingresos por cada curso vendido, lo que puede afectar a otras decisiones empresariales: inversión en nuevas tecnologías e innovación, mantenimiento de la calidad formativa…
Por otro lado, si ninguna modifica las cuotas de manera significativa, logran unos márgenes de beneficio adecuados y pueden proporcionar una buena formación, pero corren el riesgo de perder clientes que busquen ofertas más económicas.
Llegados a este punto, seguramente te preguntes cuál es la solución, ¿verdad? Pues bien, lo ideal sería que, en vez de centrarse solo en los precios, buscasen alternativas para asegurar su competitividad y cuota de mercado. Por ejemplo, podrían poner en valor su calidad y reputación formativa, ofertar más servicios, apostar por nuevos nichos de mercado, incluir beneficios adicionales a sus estudiantes o buscar alianzas estratégicas con diversas instituciones financieras, entre otros.
En definitiva, si toman decisiones estratégicas, tendrán la oportunidad de mejorar sus beneficios y participación en el mercado sin penalizar la calidad de sus cursos sobre finanzas personales.
Inversiones de riesgo vs. seguridad financiera
En ocasiones, el emprendedor o empresario puede enfrentarse al dilema de decidir si invertir su dinero en una operación que conlleva determinados riesgos, pero con la posibilidad de obtener grandes rentabilidades o si optar por inversiones más seguras, aunque con un menor potencial de ganancias.
En este caso, no hay una respuesta única a la cuestión planteada, ya que dependerá de la situación concreta de la empresa y el empresario. Para tomar la decisión acertada, el profesional deberá tener una buena educación financiera, conocer el mercado o sector en el que desea invertir, saber cuáles son sus objetivos o identificar correctamente sus necesidades, entre otros.
¿Cómo abordar los dilemas financieros? Consejos y recomendaciones
La pandemia ha llevado a que empresarios de pymes y emprendedores hayan decidido potenciar sus conocimientos en finanzas. De hecho, en la encuesta se pone de manifiesto que, desde marzo de 2020 hasta la actualidad, el número de alumnos de las escuelas de formación financiera de Alfio haya aumentado en un 120%.
Dicho en otras palabras, combatir el dilema del pastelero es posible gracias a la educación económica. Así, los negocios podrán tomar decisiones informadas y equilibradas en función de sus objetivos, metas, circunstancias o necesidades.
Además de inscribirse en cursos elaborados por especialistas en la materia, también es buena idea acudir a las enseñanzas de auténticos referentes tales como Robert Kiyosaki, Raimón Samsó, Benjamin Graham…
El dilema del pastelero: conclusiones finales
Como has podido comprobar, el dilema del pastelero surge de la falta de determinados conocimientos financieros. Por ello, es imprescindible apostar por la formación, siempre con profesionales cualificados y de amplia trayectoria.
Si quieres seguir aprendiendo sobre economía, no te pierdas el resto de posts que comparto contigo en el blog. En él encontrarás información de alto valor que te ayudará a escalar tu negocio.
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Referencias
- Tres de cada cinco empresarios españoles sufren el conocido como dilema del pastelero o desconocimiento financiero. (2022). Recuperado 10 de julio de 2023, de Diario Siglo XXI website: URL
